Cortamos la cebolla, la calabaza y las patatas en dados pequeños y lo ponemos a freír, con un poco de aceite. Si los dados son pequeños, será más fácil que se hagan.

Cuando esté blando y un poco doradito, le añadimos los robellones para que se frían un par de minutos con todos los demás ingredientes.

Añadimos el caldo de verduras hasta que lo cubra todo y cuando haya hervido unos 10 minutos lo pasamos por la batidora hasta que quede una crema.

Finalmente, le añadiremos una pizca de sal y un poco de nuez moscada… y tan sólo quedará… Disfrutar de esta deliciosa crema. Podéis reservar algunos robellones para dejarlos enteros y decorar la crema de una forma original.